Por fin, después de tanto tiempo sin vernos la cara, esta semana estamos redescubriendo los rostros de los alumnos y ellos, el de los profesores. Esther Herranz, directora de nuestro departamento de Orientación (Alameda Acompaña), nos habla en este artículo de la importancia de respetar los tiempos de cada niño, adolescente y adulto en esta nueva situación, y nos da algunos consejos para afrontar con nuestros hijos e hijas este proceso de adaptación.
El uso de la mascarilla ha sido una medida de protección necesaria, pero también ha supuesto para los niños algunos inconvenientes que van más allá de la comodidad o no de llevarla puesta diariamente o de las veces que la han dejado empapada por chupar el lápiz con ella puesta. No deja de ser una barrera en nuestra comunicación natural.
En los más pequeños, aunque no llevan mascarilla, también ha supuesto dificultades, por ejemplo en la adquisición del lenguaje, ya que han experimentado una menor exposición visual de los movimientos de la boca o han podido encontrar algunas dificultades para reconocer, identificar e imitar emociones a nivel facial.
Cada niño, cada adolescente, cada profesor está llevando a cabo su propio proceso de adaptación a la nueva situación. Y todas las opciones se están tratando de una manera natural.
Y llegó el esperado día de poder prescindir de ellas en el colegio. Pero… ¿estamos todos preparados para dejar de usar la mascarilla? ¿Qué pasa si mi hijo no quiere quitársela todavía?
La respuesta es que no pasa nada. De hecho, nuestra experiencia en el colegio en estos días, es que cada niño, cada adolescente, cada profesor está llevando a cabo su propio proceso de adaptación a la nueva situación. Y, lo mejor de todo, es que cada una de las opciones se está tratando de una manera natural.
Esto no quita que algunos niños puedan vivir la retirada de las mascarillas con un poco de miedo. Las razones pueden ser muy variadas. Quizá hayan tenido una experiencia de pérdida de un familiar cercano durante la pandemia, quizá después de tanta insistencia de que es necesario llevar la mascarilla, ahora se sientan desprotegidos sin ella o quieran esperar un poco más de tiempo para sentirse más cómodos y seguros en esta nueva situación.
Aunque no suponga un gran problema es importante que estemos atentos y les ayudemos a sentirse bien con o sin mascarilla:
– No restes importancia a su miedo. El niño necesita sentirse escuchado, comprendido y apoyado. Dediquemos tiempo a entender qué piensa, teme o imagina. Será el primer paso para acompañarle y ayudarle.
– Dale la oportunidad de hablar de lo que siente y responde a todas sus dudas y preocupaciones.
– Valida su emoción. Es decir, acepta su emoción y permítele tener ese sentimiento.
– Déjale elegir. Dale el tiempo que necesite. No le obligues a quitarse la mascarilla. En el recreo ya se la quita para comerse la merienda o para beber agua. Cuando el niño se sienta más seguro, irá exponiéndose gradualmente a diferentes momentos sin ella. Si le damos la oportunidad de decidir y a la vez trabajamos con él sus temores, cuando se quite la mascarilla lo hará sin presión y sin miedo.
– Recuerda que los adultos somos los principales modelos de comportamiento. Cada familia tiene una actitud y decisión determinada con respecto a la decisión de retirar o no la mascarilla y eso también influye en cómo lo ve cada niño. La decisión de seguir llevando mascarilla o dejar de llevarla son dos opciones a elegir y es esencial que los niños sepan y sientan que cualquiera de las dos debe ser tratada con respeto. Transmitir confianza, calma y tranquilidad será la mejor manera de que nuestros hijos afronten las nuevas experiencias con serenidad y seguridad.
Y si en algún momento necesitas ayuda profesional no dudes en contactar con nosotras en el Departamento de Orientación del colegio. Estaremos encantadas de ayudarte.