En los últimos años, dedicamos especial cuidado a prestar atención a las alergias e intolerancias de nuestros alumnos cuya sensibilidad a determinados alimentos ha aumentado considerablemente. Y es que Según los expertos, las alergias e intolerancias han crecido en la última década y pueden llegar a afectar al 8% de la población, sobre todo a los alumnos de primer ciclo de Educación Infantil.
“Ahora las alergias son más específicas”, explica Laura Rollón, quien coordina el gabinete de enfermería desde hace nueve años, así como la planificación y coordinación de los menús escolares y seguimiento de los alumnos con dietas específicas y alérgicos del colegio. “Contamos con alumnos alérgicos a los pescados blancos, alérgicos tan sólo a un fruto seco como la nuez o incluso multi alérgicos”.
Muestra de ello es nuestro salón de comedor donde están etiquetados y detallados cada uno de los alimentos que generan alergia o intolerancias y así facilitar el control de las comidas y evitar contaminaciones cruzadas.
Sin embargo, es para nosotros es de vital importancia que cada uno de ellos cubra sus necesidades nutricionales básicas y que puedan disfrutar de una alimentación equilibrada sin renunciar a la calidad y variedad en el menú. Es por ello que se realizan variaciones en el menú exclusivas para cada una de los alimentos.
El día a día
Llega la hora de comer. Un comedor que se reparte en dos turnos concretos: 12:30h y 13:30h, dependiendo de la etapa educativa. Desde Educación Infantil hasta 3ºEd.Primaria, cada tutor se sienta a comer junto a sus alumnos, acompañado siempre en primer lugar por los alumnos con una dieta específica. “Los tutores comen junto a los alumnos con el objetivo de inculcarles buenos hábitos de alimentación así como para poder controlar y supervisar los diferentes menús escolares de sus alumnos”, explica César Prieto, director de Ed.Primaria.
Un control de alergias que tiene un triple filtro durante la hora del almuerzo: el tutor o tutora que acompaña al alumno, la coordinadora de comedor y el equipo de cocina. “A partir de 4ºEd.Primaria son los propios alumnos quienes preguntan al jefe de cocina qué alimentos pueden comer, siempre pasando por mi supervisión”, confirma Carmen San Martín, coordinadora de comedor, quien trabaja codo con codo con Laura, con el objetivo de prevenir cualquier crisis alimentaria en el alumnado.
Al identificar una alergia o dieta especial, los tutores o familiares comunican a enfermería el tipo de dieta o alergia, que a su vez es comunicada al equipo de cocina quienes, junto con enfermería y la coordinadora de comedor, realizan un seguimiento de los alumnos y alumnas.
“Una vez identificamos una crisis, desde cocina lo remiten a enfermería desde donde valoramos la gravedad de la alergia”, confirma Laura. Unos alérgenos que están indicados igualmente en una tabla situada a la vista en el comedor, así como en el propio menú escolar, revisado y coordinado por enfermería, siguiendo el asesoramiento nutricional y protocolo de la Comunidad de Madrid.
Mientras los alumnos de Educación Infantil identifican sus alergias con colores y etiquetas junto a su tutor, los alumnos a partir de 4º Educación Primaria y ESO se acercan a la ventanilla para preguntar a Pablo qué tipo de comida pueden comer. “Aunque ellos saben lo que pueden comer, siempre preguntan”, confirma Pablo Ramírez, jefe de cocina de los colegios 3A.