Es la una de la tarde y los alumnos del colegio Alameda comienzan a llegar al comedor para disfrutar de su almuerzo. Una tabla situada en el centro de la estancia indica qué día de la semana es y qué tipo de alérgenos incluyen los alimentos que hoy van a degustar tanto alumnos como profesores del colegio. La mayoría de las bandejas son marrones, salvo algunas de ellas que destacan por los colores verde, rojo o azul. De los 1.200 alumnos que comen cada día en Alameda, 180 de ellos tienen un menú adaptado a una dieta libre de alérgenos, celiaquía o diabetes.
El menú escolar se adapta al tipo de dieta de cada alumno, llegando a alcanzar hasta 12 variantes de menú cada mes, incluyendo recomendaciones de desayunos, meriendas y cenas. ¿Cómo gestionar cada dieta? “Adaptando el menú escolar a las necesidades específicas de cada alumno, intentando que sea lo más similar posible”, confirma Pablo Ramírez, al frente de la cocina durante más de diez años y ahora jefe de cocina de los colegios 3A.
“Tenemos un menú adaptado a los alumnos y a sus sabores. Nuestro objetivo es conseguir que los alumnos disfruten de la comida y que ésta sea lo más sana posible”, Pablo Ramírez, jefe de cocina de los colegios 3A.
En Alameda, las croquetas y los macarrones con tomate se llevan el primer puesto. Un menú elaborado por el equipo de cocina quienes cada día comienzan a cocinar a las ocho de la mañana para tener el almuerzo listo a la hora de comer a partir con un menú personalizado de productos naturales y locales teniendo especial cuidado en la elaboración de cada salsa, siempre adaptando las necesidades de los alumnos y alumnas. “Elegimos los proveedores en función de la calidad del producto, teniendo en cuenta su frescura pero también que provea buen servicio”, confirma Pablo Ramírez. Un comedor dispuesto en bandejas de colores y etiquetas para asegurar la nutrición de cada alumno y alumna de Alameda de Osuna.
Tanto alumnos, profesores, como personal docente y no docente almuerza cada día el mismo menú escolar en sus diferentes variantes, un almuerzo que ha sido valorado igualmente por los tutores y familiares del colegio, quienes han visitado igualmente el comedor para probar de primera mano el menú escolar. “Hay una guarnición de verdura en cada comida así como leche, propiciando los buenos hábitos alimenticios de los alumnos y alumnas”, confirma César Prieto, director de Educación Primaria.
Un menú escolar que no ha parado de evolucionar adaptándose al aumento del número de alumnos, 1.200 almuerzan cada día en el comedor. “El menú ha cambiado y ahora es más sano. Los fritos se han sustituido por verduras, legumbres y pescado a la plancha”, asegura Pablo.
Ahora, el reto pasa por alcanzar un menú escolar que guste a los estudiantes y sea a su vez nutritivo. “Estamos trabajando para que los alumnos y alumnas tengan la opción de elegir entre dos primeros y dos segundos igual de saludables”, explica César Prieto. “Poco a poco vamos incluyendo mayor variedad de alimentos con nuevos platos elaborados”, confirma el jefe de cocina 3A.
Alameda Healthy
Todo aquel que pasa por la cafetería del colegio, puede ver expuestos carteles que indican la cantidad de azúcares que contiene una lata de refresco, así como una pirámide nutricional con los alimentos que deberíamos comer cada día. Un trabajo elaborado por los alumnos y alumnas de Educación Primaria dentro del proyecto educativo “Alameda Healthy” dentro de la asignatura de Educación Física y Ciencias Naturales que tiene por objetivo conocer los buenos hábitos alimenticios así como el etiquetado de los alimentos. Un proyecto que permite conocer los alimentos más saludables en función de su etiquetado con el objetivo de contribuir a la buena alimentación de toda la comunidad educativa.