Una de las novedades de este nuevo curso es reforzar y dar protagonismo a los valores como aspecto esencial de nuestro proyecto educativo.
Para ello este año hemos puesto en marcha el proyecto “Valórate, valórame” en el que se trabajarán valores y normas esenciales para desarrollar espacios de convivencia: el respeto, la escucha, el aprecio de la diversidad, la cohesión del grupo, el lenguaje como medio integrador y socializador etc..
Vivimos en una sociedad rápida, competitiva, mediatizada por la tecnología y la inmediatez. Este escenario facilita la creación de espacios donde no se espera, no se escucha, no se cuenta con el otro, donde la frustración, el conflicto y la falta de resolución de problemas toma protagonismo.
Dado la creciente la ausencia de estos valores, consideramos esencial desde la escuela incidir en estos aspectos que, aunque parece demasiados básicos a priori, son fundamentales para crear una base solida donde los niños y adolescentes se formen como seres humanos empáticos, respetuosos y participativos en la construcción de una sociedad solidaria y pacífica.
Para conseguir estos objetivos el proyecto “Valórate, valórame” trabaja cada mes uno de estos valores a través de diferentes actividades y espacios, fundamentalmente en las horas de tutoría, donde los docentes tienen la oportunidad de trabajar estos aspectos y mejorar la cohesión del grupo.
Octubre: Normas para la convivencia
Para arrancar el proyecto se trabajan las normas esenciales, como el respeto, la escucha, la empatía, el saludo, el interés por el otro etc…
Noviembre: Modales en el comedor
La hora de la comida es un momento especialmente delicado porque se tiende a trivializar este espacio con juegos sin que los chicos se den cuenta de los conflictos que pueden ocasionar. Es un momento para incidir además en los modales como respeto hacia el otro y desarrollo de una convivencia social positiva.
Diciembre: Cuidar los espacios
En una sociedad donde todo es de “usar y tirar” cada vez se da menos valor a lo que tenemos y lo que cuesta conseguirlo. Por eso es fundamental inculcar desde la infancia este aprendizaje: apreciar aquello que usamos todos los días.
Enero: Puntualidad
Valor esencial para mostrar el respeto por los compañeros, es además una importante enseñanza respecto al valor del tiempo personal y del otro.
Febrero: Somos iguales, somos diferentes
En nuestra sociedad convivimos con personas de diferentes países, razas y situaciones sociales. Fundamental para una buena convivencia, aprender a ver la diferencia como una riqueza.
Marzo: Uso del lenguaje
Una de las vías más cotidianas en las que demostramos nuestros valores es el lenguaje que utilizamos y el vocabulario que incluimos en él. Por ellos es imprescindible que los alumnos comprendan cuales son los mensajes y las consecuencias de los mismos a la hora de comunicarse.
Abril: Desplazamientos en el centro
A menudo, en los intercambios de clase los alumnos no realizan los desplazanientos adecuadamente, por lo que es un momento para aprender a integrar el orden y la comunicación descubriendo que la tranquilidad en el movimiento en determinadas situaciones es necesaria y positiva para una buena convivencia.
Mayo: Jugamos con todos
El juego es uno de los momentos en lo que surgen problemas, conflictos, etc…Siendo desde siempre un medio socializador es una herramienta fantástica para aprender roles sociales y trabajar la integración grupal.
Junio: En verano nos cuidamos
Como actividad final y con motivo de la llegada de la época estival se incidirá en la preocupación y atención al otro dentro del grupo.
Todas estas actividades, que tienen que ver con lo que nos valoramos a nosotros mismos y a los demás, son una oportunidad única para asentar bases solidas y descubrir a nuestros alumnos que aprender a convivir es una manera de ser más felices.